Esta entrada es mi traducción del artículo publicado en The Slavland Chronicles como continuación a otro, también traducido en mi blog, en que su autor comenta la reciente destrucción de un arsenal de armas ruso por parte del ejército ucraniano. Ni suscribo ni niego lo que dice el autor (a menudo, meras conjeturas), pero en cualquier caso me parece interesante.
Tras el primer ataque, al parecer realizado con drones, parecería claro que Rusia habría tenido motivos y tiempo suficientes para guardarse y preparase bien contra posibles nuevos ataques del mismo estilo. No obstante, las nubes de champiñón hablan por sí solas (fuente):
Ucrania ha dicho que la pasada noche ha destruido dos depósitos [más] de munición mediante ataques que ilustran la creciente capacidad [de Kiev] para alcanzar objetivos en el interior del territorio ruso.
Según declaraciones del mando militar ucraniano, los depósitos estaban en Tikhoretsk, al sur de Rusia, y en Oktyabrsky, en Tver occidental. Dicho mando ha publicado en Telegram que “Las instalaciones [de Tikhoretsk] son uno de los tres mayores almacenes de munición del invasor, y uno de los puntos clave del sistema logístico militar ruso”.
Dijeron también que Ucrania tenía información de que en el momento de llevar a cabo su ataque había un tren con 2.000 toneladas de munición, en parte proveniente de Korea del Norte, en la zona del depósito.
Reuters no ha podido verificar este informe de manera independiente. Por su parte, Rusia no ha comentado nada al respecto.
Una fuente ucraniana de los servicios de seguridad que desea permanecer anónima ha declarado que los ataques se hicieron con drones.
Pregunta: ¿cómo es que esos enjambres de drones son capaces de a) evadir las defensas antiaéreas rusas y b) destruir unos búnkeres de última generación? Sigue leyendo