Chile, misma fecha y lugar
Mis dos últiimas noches en Perú antes de regresar a Chile las pasé en Tacna. Mediante el clásico sistema de patear las calles (es decir, prescindiendo de internet) encontré una pensión más o menos céntrica y de aceptable calidad donde me dieron una habitación amplia y muy soleada, cosa de agradecer en el clima más bien fresco de esa región, en la que los días, debido a la influencia del litoral, suelen amanecer nublados. Precisamente al llegar yo estaban celebrándose dos eventos en la ciudad: uno, el aniversario de su reincorporación al territorio peruano (durante un tiempo estuvo en disputa no sé si con Chile o con Bolivia), y el otro una feria anual agrícola, ganadera y de productos artesanales, cuyo recinto ocupaba una gran explanada en las afueras, y que me acerqué a visitar. Ahí pasé una mañana entera (cinco soles por entrar) curioseando todo lo que se exhibía, degustando chocolates y cafés y comprando algunos regalitos para traerme de vuelta a España. En una caseta que anunciaba “churros valencianos auténticos” me pedí, por curiosidad, una porción; pero no fui capaz de acabármela: estaban hechos con harina de maíz, fritos con sepa Dios qué aceite y, como era de esperar, no tenían nada que ver con nuestros churros, valencianos o no. Sigue leyendo