Tres ermitas

De la ermita vieja, la auténtica ermita vieja, construida en granito, hace mucho que no quedan ni las ruinas… y apenas la memoria: algunos de mis coetáneos no llegaron a conocerla, mientras que otros la han olvidado; y confieso que yo también, un poco: con mis años, ese recuerdo se remonta a una infancia tan lejana que ni el mayor esfuerzo de la memoria me permite evocarla con nitidez, y si tengo la certeza de que existió es porque durante lustros tuve conciencia de ella como parte del nutrido conjunto de mis recuerdos de niñez.

Y si de aquella vieja ermita no queda un sólo resto fue porque justo sobre ella se edificó una nueva: también de piedra, pizarrosa y pardusca como la tierra de la que parecía haber brotado; una ermita artesanal, recia y duradera que, no obstante, habría de jugar un papel muy breve en la vida social y la tradición religiosa del pueblo: como aquellos terrenos no eran comunales, sino que formaban parte de El Álamo, el cortijo de una familia local acomodada, cuando apenas un lustro tras su erección llegó la modernidad de la mano del cambio político y el ayuntamiento adquirió la finca El Quinto para emanciparse de un caciquismo que sólo fue reemplazado otro peor, en el recién adquirido terreno se construyó otra nueva ermita, esta vez de obra, con las paredes enlucidas y encaladas, sin gracia ninguna… ¡pero del pueblo!

Y dado que a ésta, como es natural, se la llamó la ermita nueva, muy pronto la otra pasó a ser la vieja -aunque ni por su edad ni por su uso lo fuera-; y no es improbable que este capricho de los nombres -aparte el cambio de ubicación, claro está- contribuyera decisivamente a que, con el paso de los años, en la memoria popular se difuminara hasta desaparecer todo recuerdo de que alguna vez existió una construcción anterior, una verdadera ermita vieja que, si hubiésemos dado en llamar la antigua para evitar confusiones, acaso no hubiéramos olvidado. Aunque, en realidad, ¿qué confusión puede haber?

Acerca de The Freelander

Viajero, escritor converso, soñador, ermitaño y romántico.
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2 respuestas a Tres ermitas

  1. Cristina dijo:

    Yo no me acordaba de que la ” vieja” fue construida para sustituir a las anterior, me has hecho recordarlo…

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